La artesanía de Monóvar está representada por el encaje de bolillos y el trabajo del mimbre.
Todavía persiste el Taller de Bolillos fundado en 1959, donde las nuevas generaciones pueden aprender este oficio artesanal, de gran arraigo en el pasado entre las mujeres monoveras.
Para tejer el encaje se utilizan unas varillas de madera, parecidas a los palillos de un tambor, llamados bolillos, y un cojín redondo de una dureza adecuada.
Cada bolillo lleva enrollado hilo fino de tejer. Sobre el cojín se pone una plantilla que tiene unos agujeros formando un dibujo, en cada agujero se coloca un alfiler de cabeza redonda de un color diferente para poder distinguir a cada bolillo al que va ligado.
El arte de este sistema consiste en ir pasando los bolillos unos por encima de otros, de modo que vaya creándose la forma de la plantilla.
El trabajo artesanal del mimbre ha sido un oficio tradicional en Monóvar durante el siglo pasado. En la actualidad, estos artesanos realizan trabajos por encargo de fabricación y restauración de muebles de mimbre, médula y ratán y bambú.